LOS 5 PASOS DE UNA GRIPA
1. Llevarse al marido a la fiesta de cumpleaños de su cuñado Alberto y estando ahí pellizcarlo cada vez que lo veas empinarse una copita de Anís. (Repetirlo cuantas veces sea necesario)
2. Hacerle levantamiento de ceja de María Félix que quiere decir “Te estás acercando al callejón de las trompadas desgraciado”
3. Sonreír con los demás (por que en el Manual de Carreño de los buenos modales dice que una no debe perder la compostura jamás) aunque tu papá te esté haciendo cara de “te casaste con un borracho”.
4. Cuando el marido empiece a hablar como teclado trabado de “Nostoy pasadodecopash mi vida, eshhh tu purititaimaginación” acercártele al oído y decirle en secreto: “Vente, vamos por unos frijoleiros” ya que las estadísticas arrojan porcentajes de más del 90% que cuando a los hombres entrados en copitas les ofrecen frijoleiros la mayoría no pueden resistir la oferta y acceden al instante y el 100% ni pío dicen.
5. Ya estando en la casa entonces sí, soltarse la letanía de que cómo es posible que se ponga a tomar, que si ese es ejemplo para sus hijos, a ver qué va a hacer el día que el hooligan venga a la casa igual, que ya no hay respeto ni siquiera para un familiar, bla bla bla… Eso hasta que el susodicho medio despierte y responda: “¿Familiar? Grashias mi vida, mejor de a litro”
Ahí justo es que se le bajan las defensas a una y te atacan las cochinas bacterias, esas que ni con alcohol se desinfenctan las desgraciadas, ¡si ya no hay justicia en el mundo de veras!