06 marzo 2008

UN FÚTBOL AL ESTILO ORIENTAL

FÚTBOL AL ESTILO ORIENTAL


Ayer nos fuimos a un partido de fútbol del hooligan pero ya no es como antes desde que mi entrenador guapísimo se quedó con el equipo de los niños más grandecitos y a nosotros, quiero decir a los escuincles, los vino a entrenar otro que es feoooo el pobre, pero muy bueno (bueno de bondad ehh no de buenez)

El susodicho ama al entrenador porque cuando por angas o mangas no puede ir al partido le llama por teléfono para pedirle que sea su suplente y el susodicho se pone de un feliz que ni cuando en el ultrasonido nos dijo el doctor que le vieron 3 patitas al bebé que seguro era varoncito, pero nunca tan feliz como cuando se va de suplente, uyyy se pone de un insoportabe que no vieran. Se le nota que trae un director técnico adentro, no porque se lo haya comido ehhh, esa panza del susodicho ni son bichos ni es grasa, es pura cerveza que se trae ahí adentro, como los camellos del desierto que guardan agua para cuando les falte. Lo de director técnico lo trae en las venas, es algo que el siente, yo se lo noté luego luego desde recién casados que se aplastó a ver un partido de futbol y empezó a gritarles a los del equipo de la Selección Mexicana por el monitor de la televisión y hasta se ponía verde del coraje cuando le decía que ya le parara a su gritadero porque del otro lado ni quien lo oiga.

La cosa fue que en el partido del hooligan les pusieron un árbitro que parecía antecesor de Jackie Chan. Se paraba a media cancha y respiraba moviendo las manos para arriba y para abajo igualito que el Karate Kid cuando está a punto de tirarle el patadón al de la batita negra y el pobre del hooligan que ya está acostumbrado a que levanto la mano y sale corriendo, ya iba caminando para afuera de la cancha cuando le gritó el susodicho que a dónde iba, y el muy inocente dijo que lo había expulsado el árbitro ¡pobre! No más se oyó la voz del susodicho diciendo, “No tonto, regrésate que el árbitro está haciendo algo como Tai-chi”

Pero lo ha de saber la FIFA, o el consejo de árbitros de México o alguien, porque los escuincles ya no sabían si el hombre este estaba marcando faltas o haciendo sus respiraciones ¡qué cosa! el pobre hombre parecía lombriz con sal. Hasta un chamaco se fue llorando con su mamá que porque pensó que el árbitro le hizo la Britney-señal cuando levantó las manos tratando de hacer el símbolo ese del yin-yang.

Ay estos escuincles de ahora qué van a saber de ying-yanes ni de feng shuis, si con trabajos se aprenden los nombres de lo que van a pedir en el restaurante del Mr. Sushi, si el otro día que ordené un Tempura el hooligan empezó a discutir que el no tenía calentura, que para qué fregados pedía medicina ¡háganme favor!.

Así que una de dos: O nos conseguimos un árbitro muy autóctono sin influencias orientales o a parte de tiros de esquina y penalties y esas cosas, que el entrenador les incluya media hora de Tai-chi en los entrenamientos ¡faltaba más!





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