10 diciembre 2007

UN DOMINGO DE LA PATADA

UN DOMINGO DE LA PATADA


Ya le dije al susodicho que no todo en la vida es fútbol, pero ni caso me hizo el pobre porque perdió la final su dichoso equipo de los Pumas, ¡ay pobre hombre! Nada más se pone colorado por dos cosas en la vida que nada tienen que ver con la vergüenza: una cuando se la pasa trepado en la azotea esperando a sus palomas mensajeras que hasta se le marca el cuello ve de la camisa y la otra cuando no dice nada pero se le nota que la tristeza le viene desde muy adentro. Ahí estaba sentado en el reposet con su Kit futbolero y todo parecía normal menos el ánimo que lo traía por los suelos, con decirles que ya ni gritaba de groserías a ningún jugador que ya es decir.

Hasta Lady Pubertiana se acercó a decirme en el oído: ¿No le traeremos algo a mi papá? Se le ve mal.

-Algo cómo qué mija? – le contesté.

-Si un tequilita, ya ves que da calorcito y se pone happilón – dijo la condenada escuincla que se ve que bien que sabe que un poquito de alcohol le cambia el espíritu y eso que jura y perjura que en su vida lo ha probado la muy mentirosa. Ya le iba a dar un sermón de la juventud y el alcohol pero me contuve porque esta vez tenía razón.


Pero no, esa tristeza de ver a su equipo a una cosita de nada de ser campeón no es como un pelo que vas al Depilité y te lo quitan, es algo más grande, más profundo que ni cien tequilas le quitan.

Se subió como zombie, claro...se nota a leguas que todos en esta casa somos mañosos que luego luego fue Lady Pubertiana a pedirle a su papá dinero para ir a comer al sushi con las amigas y el susodicho que primero muerto que soltar un peso, sin discutir se lo dio, el hooligan pa pronto se paró como resorte y le pidió que le rentara en el Blockbuster el jueguito ese del X Box que lo idiotiza y el susodicho no renegó como siempre que se engendra en Hulk y se pone más verde que el Pinol, le dijo que sí.

-Qué abusivos que son – les dije a los dos con la voz bajita y pellizcándoles el brazo uno de cada lado -se aprovechan de su pobre padre malvados!!

-Ayyy má- dijo la Lady, -para que vuelva otro torneo, que juegan de ida y luego de vuelta, que si eliminan a sutanito o menganito va a ser mucho esperar.

No hay nada peor que tener una hija que abuse de las depresiones futboleras de su padre, pero todavía peor es tener una hija que en esas deducciones tenga toda la razón ¡válgame! Por eso ya no dije nada y me fui a formar atrás del hooligan, no fuera a ser que el tequilita le hiciera efecto antes de lo previsto ¡faltaba más!

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1 comentario:

G-russo dijo...

me identifico mucho con tu padre,,,,,,,, aunque muchas veces los sesos futboleros saquen de onda a medio mundo,,,,,saludos desde Guate