11 agosto 2005

GALLETAS VOCACIONALES

GALLETAS VOCACIONALES


Hoy me dio por darles terapia ocupacional a los niños. Como ya estoy harta de estar de ama de casa vacacionista todo el día me dije, “María, ponlos a hacer algo que a ti te de flojera”. Entonces le hice una listita al susodicho de un montón de ingredientes y esperé a que sonara el despertador aprovechando que se levanta temprano el hombre, porque en las mañanas es un amor y se ofrece a hacer todo sin renegar de nada, hasta que le pasa media hora y se despierta bien, entonces ya vuelve todo a la normalidad.

Al ratito regresó y los niños le brincaban como perritos persiguiendo las croquetas, les saca las compras que si tuvieran colita larga la estuvieran atizando de un lado a otro felices.

Les voy leyendo la receta de las galletas y les doy las indicaciones de cómo tienen que hacer todo. Y ellos complacidos amasan, aplanan, engrasan los moldes y todo lo que jamás haría yo por voluntad propia.

Al rato ya huele la casa a tentación. Van saliendo las galletitas horneadas y Lady Pubertiana les espolvorea azúcar glass, y más tarda en terminar que ya se las están empacando los mugrosos.

-¿Pero qué figura es esta?- le pregunta Lady Pubertiana a mi querido hooligan levantando una de las galletas.

-Pues es una Mantis Religiosa- dice muy satisfecho mi querido hooligan

-¡Ayyy qué asco! – le contesta,
-Nadie puede comerse una galleta así tan fea ¡guac!-

Y eso que no vio la pobre escuincla cuando mi querido hooligan le puso mermelada de fresa adentro que para que parecieran las tripas.

-¿Y esto otro?... ¡Ay maaaamá, ven a ver las asquerosidades que hizo este tarado!- gritaba Lady Pubertiana.

-Ya te dije que no le digas tarado, ¿qué no ves que el escuincle quiere ser biólogo?- Le digo levantando su galletita con toda ternura, justo cuando me huele a quemado.

-Mira no más, les dije que estuvieran al pendiente- les digo yo muy enojada mientras abría el horno y toda la cocina se llenaba de humo.

Ya entre la humareda pude ver la cara de mi hooligan feliz y hasta felicitando a Lady Pubertiana, dándole las gracias el muy inocente.

Y yo me acero y le digo muy preocupada
-¿Qué mijo, me vas a decir que le agradeces a tu hermana que te diga tarado?-

-No má, es que mira que padres le quedaron las moscas- decía mi querido hooligan mientras veía la charola con todas las galletitas chamuscadas.


Ya después nos dimos un atracón de Mantis Religosas acompañadas con leche que Dios guarde la hora. Ya ven, a este paso sin querer con tanta comedera vamos a extinguir la especie.


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