27 febrero 2008

GUERRA DECLARADA

UNA GUERRA DECLARADA


En esta casa está declarada la guerra. Claro, esta no se parece a la de Irak pero una cosa les digo: está a punto de arder Troya y es todos los días en la mañana cuando alguien dice “Otra vez”, no significa “Otra vez el hooligan no se bañó” u “Otra vez nos mandó a llamar la Conchis” u “Otra vez Lady Pubertiana invitó a su galancito ese a hacer cockteles a la casa” naaaaaa bueno fuera, significa: Otra vez hay caca en el jardín. Y es que todos los días de entre 7 a 8:30 de la mañana alguien decora el pasto. El susodicho ya le echó la culpa a la Pelusa, que es una perrita blanca chiquiiita chiquiiiita bien coqueta que parece borla de algodón con patas y dice que va a ir a echarle pleito a la vecina. Pero ya lo convencí que no puede hacer eso sin tener pruebas, testigos o algo que lo compruebe. Por eso nos tiene desde hace 1 mes a todos haciendo guardia en la ventana con los binoculares y la cámara, que para tomarle fotos infraganti ¡háganme favor!

Hasta la pobre Sofiringa la tiene ahí pegada a la ventana como estampita y todavía el muy cínico le dice que no se mueva para que no lo vaya a espantar.

-Ya déjala que la pobre se vaya, que le pagamos para limpiar la casa no para montar guardia anti-cacas.

Y ya la veo a la pobre despegarse del vidrio e irse a trapear más feliz que nunca.


-Oye, pero, qué tal que no fue la Pelusa, qué tal que es caquita de gato, o de tejón, acuérdate que el otro día vi uno atravesando la calle - le dije en tonito suave para que no crea que estoy en su contra porque desde que empezó a montar guardias al que le toque no puede opinar porque se enfurece el hombre.

-Se nota a leguas que no sabes nada de cacas, ésta es de perro – me contesta muy tajante.

¡Madre santa! Siempre supe que hablar de esas porquerías se le daba muy bien sobre todo a la hora de la comida, pero no me lo sabía tan conocedor.

-Ay mi vida, uno identifica qué zapato es de quién, o a quién pertenecen los pantalones, ¿pero las cacas? ¡qué asco me das! – le digo y mejor lo dejé ahí solo montando guardia porque ya hasta me estaban dando naúseas no sé si de hablar de ese tema o de pensar que estoy casada con un caqui-experto ¡qué horror!


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