27 junio 2007

EL ESPANTA-NOVIOS

EL ESPANTA-NOVIOS





He de buscar en el historial del susodicho si acaso mi suegro no le espantó a alguna novia a este hombre que de ahí carga un trauma que ni con terapia psicológica se le quita, que no creo porque es un santo de bigotes mi suegro. Y es que ayer nos fuimos a ver al cine a los 4 fulanitos esos que uno se hace de plástico, el otro calenturiento le salen llamas y hay otro que por comer tanta porquería se le queda la celulitis hasta las pestañas y pa colmo se le hace de piedra y una fulanita invisible que ayer hubiera querido ser yo, y es que mientras vamos en el coche no falla que cuantos noviecitos besuquéandose se encuentra en la calle, el susodicho se les acerca con el coche y les toca el claxon.

Ay una vergüenza que les entra a los pobres que no vieran, y una vergüenza que me entra a mí de que me vean con este psicópata espanta-novios que qué horror. Ya nada más los veo como se les sube y se les baja el color mientras se limpian la boca. Perros es lo que debería espantar para que no dejen sus gracias en el pradito de la banqueta, pero no, el cínico dice que eso no es divertido ¡háganme favor!

No quiero pensar si algún día cacha a la Lady Pubertiana besándose con el novio y en un arranque de furia se meta a la casa con todo y coche, como en las películas de los gringos donde siempre destruyen todo, no más para tocar el maldito claxon y me la deje igual de traumada y cuando la pobre aprenda a manejar repita el patrón de su padre y se ponga a espantar novios en la calle ¡qué cosa!

Por eso si acaso un día les da por besuquearse en la calle y alguien los asusta no pregunten quién es ehhh, mucho menos pregunten qué le pasa a la señora que está escondida debajo de los asientos.


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