02 mayo 2007

DÍA DEL TRABAJO COMO PARA IRSE A TRABAJAR

UN DÍA DEL TRABAJO COMO PARA IRSE A TRABAJAR





Si el problema no es que el día del trabajo no se trabaje, el problema es que el día que no se trabaje termine uno con eso de la comunicación entre padres e hijos para que no crezcan traumados. ¡Más nos hubiera valido ir al Blockbuster como le dije cien veces al susodicho, pero necio él quesque hay que convivir con la familia, que no todo es televisión! Claro, como ayer no hubo partido de su equipo ese de los Pumas.

Todo empezó con el grito de Lady Pubertiana llamándonos.

¡Ay qué manera de cortarle el relajamiento a uno de veras! El susodicho se paró como resorte yo creo que pensó que nos había caído de visita el pretendiente greñudo de esta escuincla. Ya iba con su cara de pocos amigos como para advertir al gato que cuidadito y se acerca a la longaniza, cuando de repente regresó a aplastarse en el sillón.

-¿Pues qué pasó? – le pregunté.

-¡Y ya te dije que no estés viendo esas cosas! - Gritó el susodicho sin contestarme.

-¿Ay pero qué te pasa?

-Esta escuincla que está viendo encuerados en el internet.

-Es arte papá – gritaba Lady Pubertiana desde el despacho.

-Ah si claro, ahora ya le llaman arte a siete mil encuerados en el zócalo de la ciudad. De-ge-ne-rados es lo que son – decía el susodicho.

Me sentí igual que cuando el susodicho está pasmado viendo su partido de fútbol y le grita que es fuera de lugar a la pantalla del televisor. Viejo loco, ni quien entienda nada.

-Sí, - dice el susodicho, -quesque un viejo Sputnik está convocando gente para que se encuere en el Zócalo y fotografiarlos.

-Tunick – le corrigo, pero el susodicho estaba como león, ya no supe si de tanta hambre o de cachar a esta escuincla viendo colas ajenas.


Pa pronto se metió el hooligan que siempre que lo mando a hacer la tarea le sale la sordera, pero para otros asuntos tiene un oído agudo que no vieran.

-¿Sin brasiereeeee? – preguntaba este escuincle con tonito cantadito y una cara de lujurioso que dios guarde la hora.

-Sí mijo, sin N-A-D-A.

-¡Vamos! ¡Vamos! – gritaba y pegaba de brincos este mini-degenerado.

-Pero también te van a ver a ti tus cosas ehhh- le advertí con ese tonito de consejo de cuando a una madre le sale hablar de algo que tiene que ver con sexo a un hijo libidinoso.

-No más a ver.

-Que ver ni qué ver ¡pos este! ¡úschale a bañarse que mañana hay escuela! - y me lo llevé de una oreja a la regadera, que hasta eso ya no lo regaño mucho porque ahora que vino el recibo del agua por $94 pesos, el susodicho en lugar de regañarlo por no bañarse, hasta lo felicitó por su esfuerzo en el ahorro del agua.

Pero luego me quedé medio preocupada, porque para que el hooligan no hiciera berrinche el susodicho le dijo “Luego vemos” y cuando este hombre dice eso, es que ya está dando medio brazo a torcer. Así que por si las moscas aunque me odien por gastarme los cartuchos de tinta yo ya me voy a imprimir señalamientos de estos para ponerlos por todos lados:




Que cuando venga el dichoso Tunick ese y a estos dos se les ocurra ir de mirones, no me vaya a culpar el oftalmólogo por que no hice nada por mantenerles los ojos en su lugar a este par.

Si a estas alturas ya tendría que saber yo que de tal palo lagartón, tal astilla degenerada ¡pos estos!

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