26 marzo 2007

UN VELORIO EN LUNES

UN VELORIO EN LUNES



2:30 Llegamos al restaurante y lo primeritito que tuve que hacer fue pellizcar al susodicho para que las pupilas le volvieran a los ojos ¡lagartón este! Nada más porque la muchachita que nos recibió traía un shortcititito que parecía que se le olvidó vestirse a la condenada, para colmo en patines meneando el cabús y el susodicho iba con el cuerpo lacio como perro de mercado siguiendo el olor a longaniza ¡qué cosa!



2:40 El susodicho como si fuera el rey dueño de sus tierras viendo el juego de fútbol que tenían en el alterón de pantallas que había por todo el restaurante, para colmo con sonido surround (surraund era lo que me pasaba a mí ¡madre mía!)


2:50 Mi querido hooligan como pelón de hospicio se devoró un plato de alitas que con trabajos y dejó unos huesos y de repente se oye:


Uhhhhhhhhhhhhhhhh


Ssssssssssssssssssss





Ayyyyyyyyyyyyyyyy
..





..





.. (una pequeña pausa)





..





GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL







Sí así como lo leen, un grito de voz masculina de gol ensordecedor. Lady Pubertiana medio asustada me dice, “Ay mamá, aquí todos son como mi papá ¡qué miedo!”

-Sí mijita – le digo levantándole del suelo el menú que tiró del susto,
- Es como ir a Alemania sin esperar ver güeritos hasta en la sopa. Todos los hombres son iguales ¡pos estos!

Justo cuando en eso otro grito de
GOOOOOOOOOOOOOOOOOL

-Anda mijita, cómete tus alitas que si no en cuanto acabe el partido y tu papá despierte de su catalepsia de shortcitos y fútbol se come todo y no deja ni rastro ehhh y luego no te andes quejando.



Y la pobre de Lady Pubertiana se apuró a comerse sus alitas, todavía le puse la mano en el brazo y le dije que con calma, que para que su papá volviera en sí todavía faltaban 15 minutos más otros 3 que agregó el árbitro, para que tampoco se atragantara la pobre.

Más tardaron en traernos la cuenta que el susodicho tomó el ticket ¡raro! Porque yo siempre lo fiscalizo primero pero esta vez parecía muy caballeroso y hasta luego luego sacó el dinero y lo guardó.



Claro, eso pensaba hasta que me lo encontré en el cajón del buró, ¡Ay Dios! Si no sé que sale más caro con este hombre, todo lo que come o todo lo que ve, pero espeeeeren que regrese del consultorio y verá, no se asusten si actualizo el blog así:


Lunes 3:00 p.m. - VELORIO DEL SUSODICHO


¡Faltaba más!

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