05 enero 2006

¡QUÉ TAL VIDA DE PERRO!

¡QUÉ TAL VIDA DE PERRO!


Han de saber que en esta casa seguimos de vacaciones, y eso es un decir, vacaciones para los hijos porque el Lunes ahí sí que empiezan "mis" vacaciones, así que mientras nos llega la dichosa rutina de andar a las carreras todo el día les cuento que mi hermano el Albert se fue a pasar el año nuevo a Veracruz, ahora que está experimentando esa saborcito rico que deja ser un nuevo soltero y no tener que darle cuentas a nadie. Me dejó a su perro que es un Golden Retriever que tiene una enfermedad crónica: el pobre se cree que es humano.

Ha estado 5 días en la casa hablándonos con los ojos ¡qué cosa! Lo regañé porque como está enojadísimo de que lo abandonara su amo destruyó su camita y sin decir nada alzaba las cejas y se le pusieron vidriosos los ojos, todavía entre regaños le dije “Qué no ves que tu papá se va a enojar mucho, ¿qué no entiendes?” ¡Madre mía! En ese momento sentí que la enfermedad de este perro ya me la contagió, donde el perro me conteste “Sí entiendo” caigo muerta de un infarto.

El colmo es que ya entendí eso que decía mi abuelita de que cuando comes solo “comes como perro” y es que si le sirvo el plato de croquetas y me voy, él no come nada, ni siquiera una probadita le da, entonces tienes que acompañarlo ¡Válgame el cielo! ¿Cuándo en la vida se ha visto que a un perro no le guste comer como perro?



2 comentarios:

Humano dijo...

ponle pollito a las croquetas y veras que si come.
Es perro, pero tiene buen paladar

mau dijo...

eso de "nuevo soltero" me da mucha tristeza