¡Qué Dios nos agarre confesados! Hoy es mi cumpleaños y el méndigo susodicho no se acuerda. Se levantó y yo pensé que lo primeritito que iba a hacer era darme un abrazo y sí me lo dio, pero para decirme “Buenos días”. Y no es que sea una interesada, (bueno, solo a veces) pero ni un regalo, ni un "felicidades", y ni siquiera un triste frijoleiro que lleva su esfuerzo pero es gratis ¡no hay justicia en el mundo deveras!
Así que un rato después me fui a buscar en el archivero mi acta de nacimiento y se la dejé sobre el plato del desayuno a ver si así le daba una pista.
-Ya te dije que no se tramita el IFE hasta que pasen las elecciones- me dijo tomando el acta con la mano.
-¿O qué, te vas a inscribir al spinning? – remató preguntándome eso mientras yo casi casi empezaba a hacer pucheros como cuando los niños están por hacer un berrinche.
Eso, hasta que fui derechito a la alacena para preparar los sándwiches y en lugar del pan bimbo estaba una cajita con un moño, ¡qué emoción! Era el perfume caro que jamás me quiere comprar.
-Desgraciado – me volteé pelando los dientes llena de emoción.
-Mensa – me dijo lleno de amor.
¡Ahhh de veras que cuánto se nos viene lo cariñoso a algunos en los días de los cumpleaños!
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15 mayo 2006
CARIÑO DE CUMPLEAÑOS
CARIÑO DE CUMPLEAÑOS
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