30 junio 2008

COMO UN DOMINGO CUALQUIERA

COMO UN DOMINGO CUALQUIERA


Ayer no nos despertamos como cualquier domingo. Ayer nos despertó un olor a fritanga que hasta nauseas me dieron ¡qué horror! Bajé corriendo las escaleras todavía con el edredón marcado en la cara y me topé con el susodicho en la cocina quesque estaba preparando paella para la tardecita que ganara España en la Eurocopa.

-¡Válgame! Deja de cocinar eso a estas horas – le dije toda asqueada, -Además de cuándo acá me resultaste clarividente como para saber quién va a ganar ehhh?

Pero el susodicho estaba concentrado en lo suyo, cocine y cocine.

Al rato baja la Sofiringa con su playera blanco y negro, quesque para estar a tono con el patrón.

-Tenías que ponerte de rojo le dijo el susodicho disparándole ojos de pistola –¿qué no ves que esos son los colores de los contrarios?

-No patrón, yo le voy a Ballack – dijo la muy futbolera, y se le hacían los ojos como de mantequilla sobre un hot cake recién salidito del sartén.

De veras que a esta móndriga desde que le apareció su galancito virtual le despertó la hormona calenturienta ¡pos esta!

-Ballack es mío- le dijo Lady Pubertiana como una leona marcando su territorio.

Ay hubieran visto que ojos de odio se les hacía a las dos. Más cuando en pleno partido al dichoso Ballack estaba tirado a medio campo que porque le abrieron la ceja y las dos pegaron el brinco a ver quién lo defendía más.

-Tu a la esquina derecha y tu a la izquierda y pobre de la que se mueva de ahí – les dije señalándoles las esquinas a estas dos perras rabiosas, - Y tu SILENCIO le grité al susodicho que ya estaba gritando que qué chillón el dichoso Ballack, que parecía nenita llorando y una de adjetivos calificativos que no vieran.

-Si vamos a ver el fútbol, lo vamos a ver en PAZ ¿oyeron? – les dije a todos.

-Además ahí están los Reyes de España – dijo el hooligan muy conocedor,
- hay que ser educados.

-¿Y tu de cuándo acá sabes de los Reyes de ningún lado ehhh?- le preguntó Lady Pubertiana.

¡Ja! Si ya decía yo que no sirve de nada poner las tablas de multiplicar pegadas por toda la casa cuando en el W.C. está todo el conocimiento del mundo desde que mi mamá nos pasa todas sus revistas del HOLA y el susodicho las pone todas en el baño.

-A ver don sabelotodo, - le dice Lady Pubertiana al hooligan para fastidiarlo como siempre,
-¿cómo se llama la esposa del Príncipe Felipe? A verrrrrrrrr?

-Letizia – contesta y hasta le pronuncia la zeta.

-¿Y la esposa del Rey?

-Sofía.

-¿Mande? – volteó la Sofiringa desde su esquina.

Así se pasaron toda la tarde, entre dimes y diretes, la Sofiringa y Lady Pubertiana desde sus esquinas gritándole al Ballack, el susodicho gritándole también pero puras groserías, el hooligan aprovechando la distracción para comerse los camarones de la paella que el susodicho los tenía contados y al final ¡qué les digo! Un marido con el pecho lleno de gloria, grite y grite que “Jolines!” por aquí y “Jolines!” por allá y celebre y celebre que sí ganó España con el vino tinto y comiendo paella, ya saben... como un domingo cualquiera (ajá)

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19 junio 2008

LOS SUSTOS TRAEN FELICIDAD

LOS SUSTOS TRAEN FELICIDAD


Yo no sé si serán los años o qué pero ayer que llegamos a la casa después de estar todo el santo día en la calle, luego que en un partido de futbol del hooligan y así, ya parecíamos perros de mercado dando vueltas en el mismo lugar buscando donde sentarnos. Hasta le pedí un vaso con agua a Lady Pubertiana y esa que no le hace un favor a nadie, así de cansada me lo fue a servir como quien dice a esta hay que cansarla para que obedezca a la primera.

Todo iba bien les juro, cuando escuchamos un portazo y pasos en la escalera. ¡Ay no se imaginan el escalofrío que nos dio a todos! La cara nos iba de color verde agua de panteón a amarillo hepatitis del susto, de esas veces que quieres gritar pero no te sale la voz del miedo.

-¿Y..y..y..y.. si es la Llorona? – dijo el hooligan.

Ay les juro que veíamos la silueta negra moverse en la oscuridad, ni para acercarse a prender la luz porque ni un valiente que se atreviera, éramos 4 gallinas temblando ¡qué cosa!

-Se..eee…eee…ñoooooohohohohora- se escuchaba la voz decir del más allá.

-¡Zácale! Necesitamos un medium para que nos interprete a quien llama- dijo Lady Pubertiana.

-Está muy claro, es a ti – dijo el susodicho señalándome.

Pero qué esperanzas que me fuera yo a parar frente al fantasma ese, primero muerta que ir a platicarle a la llorona.

-Ve tu – le dije al susodicho, - tu eres el hombre de la casa.

Qué hombre ni qué hombre, el susodicho estaba escondido detrás del garrafón de agua temblando como puerquito que llevan al matadero.

-Un chin-chan-pu a ver a quien le toca – dijo el hooligan. Y ahí vamos todos de obedientes a hacer piedra, papel o tijera. Claro, le tocó al hooligan que ya estaba retorciéndose como lombriz de que porqué el, que el es el más chico de la casa, que si queríamos verlo muerto mejor le hubiéramos dicho antes.

-Si tu fuiste el de la idea te friegas, ahora vas – le dijo Lady Pubertiana que nunca pierde el tino para molestarlo.

Le dí la bendición al pobre escuincle por si acaso la llorona se lo llevaba y no lo volvíamos a ver. Lo vi irse despacito, reclamándonos con señas que lo hubiéramos mandado, se fue desapareciendo en al oscuridad.

Paso un buen rato y nada, no se escuchaba nada, ni señales del hooligan.

-Ve a buscarlo – le dije al susodicho apretando los dientes, porque siempre que le habla uno apretadito bien que obedece.

-Y si no vuelvo – dice el susodicho.

-Ya estará de Dios que me tenga que sacrificar buscando otro marido – le contesté sarcástica.

Entre Lady Pubertiana y yo lo despegamos del garrafón y lo empujamos al pasillo, y pa colmo igual que el hooligan se fue perdiendo en la oscuridad.

Lady Pubertiana y yo nos encerramos en la despensa, por lo menos si la llorona no tiene suficiente con esos dos ahí nos escondemos bien y hasta tenemos algo para botanear mientras.

No recuerdo cuánto tiempo habrá pasado, Lady Pubertiana y yo ya estábamos cansadas de estar encerradas en la despensa, ya hasta nos habíamos comido unas papas Sabritas que nos encontramos ahí y nada, cuando en eso escuchamos un grito de: GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL! y otra vez el "Señoooohohohoraaaaa"

Sería que los vecinos estuvieran viendo un partido de futbol sin imaginarse que ahí dentro en la despensa no estaba ni el pan, ni el consomé, solo dos mujeres desvalidas y muertas de miedo a punto de ser devoradas por la Llorona ¡que horror!

Nos armamos de valor y mejor salimos, porque entre que le estaba haciendo la digestión a la Lady Pubertiana y que ya estábamos acalambradas, ni poder estar ahí un minuto más, cuando para nuestra sorpresa vimos la luz prendida y la televisión también, ahí vamos asomándonos cuando vemos muy campantes al susodicho y al hooligan viendo la mentada Eurocopa y junto con ellos ¿quién creen? La Sofiringa siriviéndoles cacahuatitos japoneses y cervecita.

Iba a ahorcar al hooligan pero me contuve porque me falta presumirle a la Güera Ruvalcaba que el hooligan pasó de año, y al susodicho no lo ahorqué porque hacen falta algo de frijoleiros y ni modo de andar por la vida sin, y a la Sofiringa ya la tenía con el pezcuezo bien agarrado cuando me acordé del alterón de la ropa para planchar y entonces mejor respiré, conté hasta 10 y les dije hasta de lo que se iban a morir por no irnos a avisar ¡pos estos!

Dijo la Sofiringa literalmente: “Es que no me hallé” que por eso mejor se retachó para la casa.

Bueno, al menos algo de felicidad nos trajo el susto ya con la Sofiringa de regreso.

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13 junio 2008

UN ADIÓS INESPERADO

UN ADIÓS INESPERADO


¡Ay no no no! Que ya me calló la maldición de la calentura primaveral y estoy como si me hubieran cortado un brazo, como si se me hubiera muerto alguien ¡qué horror! Y es que después de que ni sus luces del enamorado ese de la La Sofiringa, siguieron 25 correos que recibió la calenturienta esta ¡zácale! Qué les digo, qué Sabines ni qué Sabines, unos poemas que le escribía el enamorado que ya me derretía yo junto con la Sofiringa ¡qué cosa! Total, así nos pasamos 2 semanas babeando el escritorio cada vez que llegaba un correo para la Sofiringa, hasta el último que ganas me dieron de quemar la computadora les juro.


“Mi querida Sofiringa, este correo será el definitivo para nosotros pues ha llegado el momento que tanto hemos ansiado; el momento en que dos almas se encuentren para fundirse en una sola y vivir siempre juntos por toda la eternidad”


Y el muy chistocito le indicaba hora y fecha para un dichoso encuentro. ¡Ay hubieran visto! Ni Lady Pubertiana cuando quiere ir a una fiesta molesta tanto, estaba como burro en primavera ¡qué cosa!

-¡Qué fundirse en uno solo ni qué ocho cuartos! – Le dije, pero ya cuando la ví a punto de fundirse con el mouse de la computadora le dije que estaba bien, que la llevaba.


Y llegó el día. La Sofiringa que ya ven que desde que nos fuimos a la playa y le descubrí el cuerpazo de 90-60-90 que se carga la condenada y antes de que se lo descubriera el susodicho le compré un montón de uniformes como tres tallas más grandes porque me preocupa que la pobre gaste su ropa ¡pos esta! Ni quien le hubiera notado jamás una curva a la desgraciada, pero ahora para la cita se puso un vestido ceñido y pa colmo con un escote que dios guarde la hora.

En seguida le metí un pellizco al susodicho cuando le ví que se le salían las pupilas de las cuencas de los ojos.

-¿Cómo me veo? –preguntó mientras modelaba su vestido.

-Bien, bien, ya vamonos – le dije y la tomé del brazo antes de que se diera la vuelta para modelar la parte de atrás.

-Señora, que Dios la bendiga – me dijo y me abrazó como solo se abraza a una hermana. Ya iba el susodicho a abrazarla también cuando le metí otro pellizco.

-Ohhh, era su bendición – me dice el muy chistocito.

Llevaba una maletita pequeña y entendí cuando le ví los ojos de canica que traía que ya no iba a volver la ingrata. Pero me armé de valor y llena de fortaleza la fuimos a llevar.

Lo que resta del día transcurrió normal, ya hasta por inercia le gritaba, “Sofiringaaaaaaaa bájame mi bolsa por favor”, hasta que recordaba que ya no estaba. Ya cuando subí y me topé con el burro de planchar ahí sí que ya no pude aguantar y le lloré a la muy ingrata, como se le llora a una abuelita que se murió. Así han pasado 3 días, tres largos días de soledad y de vacío y de platos que lavar, y de ropa que planchar, y de alfombras que aspirar, y de calzones que lavar y de muebles que sacudir y de pisos que barrer y de mugre que trapear y de camas que tender y de ropa que acomodar y de juguetes que alzar y de comida que cocinar y de baños que limpiar, y de calcetines que guardar, y de refrigeradores que limpiar y de... ¡Ay no….es una tristeza la mía que no vieran!




09 junio 2008

UN FUTBOL CENICIENTO

UN FUTBOL CENICIENTO


El hooligan es como los toreros, que para que les resulte una buena faena se encomiendan a todos los santos y son de un supersticiosos que dios guarde la hora, igual este escuincle que tiene los tenis y el calzón de la suerte para sus partidos de fútbol. Pero ya le prohibí que usara los calzones de la suerte porque le quedan tan chiquitos que parecen tanga de esas que usan ahora las muchachas que ni la tela se ve porque se pierde allá donde la espalda pierde su nombre ¡qué cosa! Ni modo de estar corriendo apretadito ¡qué horror!

Para colmo se le olvida su tenis del fútbol en casa del hijo de la La Güera Ruvalcaba
así que no me quedó de otra que llamarle para pasar por el antes del partido porque este escuincle primero muerto que jugar sin sus mentados tenis de la suerte.



-Ay claro querida – me respondió la Güera Ruvalcaba con su tonito ese que le odio, -¿cómo son para que los mande a buscar?

¡Válgame! Tenía que preguntar la mujer esta ashhhhhhhhhh

-Son unos que tienen ventilación transdérmica y bolsas de aire camuflageadas, suela de fricción de soporte anticiclónico con elevador antiestático de uso rudo…- le dije, que quién sabe qué será todo eso pero me salió al tiro y se oye muy apantallador porque primero muerta que decirle que son unos que están todos rotos ¡faltaba más!


Llegamos a la casa de la Güera Ruvalcaba y ahí estaba el tenis en la escalera de la entrada y se bajó este escuincle saltando en un pié para ir por el otro. Todo iba bien les juro, aunque estábamos con el tiempo encima para llegar al partido, el hooligan había desayunado bien para tener energías, con decirles que hasta Lady Pubertiana por una vez en la vida nos quiso acompañar y ya la iba yo a felicitar del gusto de que quisiera estar con la familia cuando la escuché en el celular hablando bajito diciendo que allá se veían ¡Méndiga!

Pero así igualito como en la película de la Cenicienta ¡DIIIIING! ¡DOOONG! ¡zácale! Sonó la alarma del reloj del celular del susodicho que ya no había ni un minuto más.
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-Ándaleeeeee, apúrateeeeee – Gritaba el susodicho desde el coche.

Ví al hooligan bajando con el tenis en la mano, pero con la cara de hipnotizado por no decir idiotizado, brincando cada escalón rapidito como perro con sed ¡qué cosa! Y en la puerta la hija del a Güera Ruvalcaba, que es como la versión buena a comparación del engendrito de hermano que se carga la pobre.
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¡Ay Dios! El hooligan no será bueno para la escuela, ni será el niño más limpio del planeta pero es de un enamoradizo que no vieran, se le nota que heredó el gen lagartón del susodicho que ya venía babeando la escalera cuando venía bajando de ver a la escuincla esa. De ahí todo el camino igual qué horror, igualito ha de haber ido la Cenicienta en su carruaje dándose de topes que iba a salir de pobre justo cuando le sonó el reloj ¡qué cosa!

Como si no tuviera bastante con lo de la Sofiringa caray... díganme cómo diablos se puede vivir con la empleada doméstica y el hijo idiotizados ehhh ¿cómo?

¡Pos estos!

02 junio 2008

EL ENAMORADO AUSENTE

UN ENAMORADO AUSENTE


A mala hora pedí que el enamorado anónimo de la Sofiringa escribiera para que la pobre dejara de babearme el tapete ehhh, primero Lady Pubertiana se puso celosa, que cómo era posible que la Sofiringa tuviera más enamorados que ella, ya le dije que los enamorados no son como estampitas que se coleccionan ¡pos esta!

Diez emails recibió la condenada, mismas diez veces que me dejó un babeadero en el teclado que ya casi causa un corto circuito.

-Mire señora, mire lo que me dice aquí- y empieza a leer la condenada que hasta un coro de canarios pareciera acompañarle de fondo.


¡Ay pero qué cosas! Todo un Sabines el hombre este, con una ortografía que ya la quisiera para un día de fiesta, ayyyyyy las dos suspiramos terminando el último verso, ni el susodicho en sus mejores épocas escribió algo parecido.

Y luego la Sofiringa todo lo ha hecho al revés, con decirles que ayer que abrí mi cajón me topé con la ropa interior del susodicho y en seguidita se escuchó un gritote del hooligan que en su clóset habían puros brassieres ¡qué cosa! Y para colmo el enamorado anónimo ni sus luces en estos últimos 3 días, ni una señal de humo ha mandado el ingrato.


-¿Ya le picó en enviar y recibir? – me pregunta la Sofiringa que ahora resultó muy tecnológica la condenada.

Me dejaron a la Sofiringa vestida y alborotada, ahí la veo a la pobre barrer como si le faltara calcio, con la mirada perdida y sin ganas de nada. Ya se hacía la condenada Sofiringa paseando en una góndola en Venecia como en las películas, con el paisaje de fondo escuchando los poemas de amor que su admirador anónimo le declama en el oído y ella abanicándose la cara, no porque quiera tener una pose de diva, si no porque ya no aguanta lo calenturienta que anda la condenada.

Pero nada, todas sus ilusiones están puestas en un e-mail (y todo el quehacer de la casa también). Por eso siempre he dicho que hay que tener cuidado con eso de los amores en Internet, que si no es de carne y hueso uno no se puede andar enamorándose de los bytes de alguien, y mientras tanto seguimos esperando que nuestro Sabines nos devuelva la felicidad.

Ahhhhhhhhhhhhh (suspiro)

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